El pasado 4 de febrero, el Olympiakos vs. AEK terminó con remontada visitante (1-2), lo que enfureció a la hinchada local, que saltó al césped y arrojó bengalas a los futbolistas visitantes.
La policía tuvo que intervenir, pero el daño ya estaba hecho. El Comité de Disciplina tomó medidas tras lo sucedido y el Olympiakos pierde tres puntos en la tabla clasificatoria.
El conjunto entrenado por Óscar García es tercero a nueve puntos del líder PAOK. Además de esa sanción, la Federación multó al club con 90.000 euros y estableció que el Olympiakos deberá jugar sus dos próximos partidos en casa a puerta cerrada.