El central del Barcelona compareció ante los medios después de la polémica celebración que realizó en Cornellà tras anotar el 1-1. Mandó callar a la grada y tuvo sus más y sus menos con varios jugadores espanyolistas.
Ante los medios, tampoco se escondió lo más mínimo: "Son de Cornellá y con eso me refería a que cada vez están mas desarraigados de Barcelona. Tienen un propietario chino también y muchos de sus consejeros son chinos. Falta de respeto es que me denuncien por decir que son de Cornellà y no denuncien a su afición por insultar a mi familia", destacó el internacional español.
También reconoció que fue a hacer daño con sus palabras: "Sé que dolió y utilicé el sarcasmo para incordiar. Las cosas han funcionado, ya que se han gastado una pasta pagando publicidad en los diarios".