Romero destacó este viernes en rueda de prensa que los manchegos "generan volumen de ataque, con un fútbol directo e intenso", mientras que en defensa "presionan arriba y si son superados, luego se juntan atrás", porque "sus tres centrocampistas defensivos abarcan mucho campo".
Según el técnico cordobesista, a ello se suma que "sus carrileros se incorporan bien" al ataque, por lo que acumulan a muchos futbolistas "cerca del área" contraria.
"Todo eso lo tenemos que evitar con el repliegue defensivo si no se recupera el balón pronto. Además, si nos queda algo positivo en el recuerdo, vamos a agarrarnos a ese día del Reus, con el apoyo de la gente y la magia de El Arcángel", recordó Romero, en alusión a su único triunfo en los cinco partidos que lleva al frente del Córdoba.
Por esa peculiaridad en el juego de su rival y a pesar de las bajas que acumula en el flanco izquierdo, Romero dijo que tiene "muy claro cómo jugar", porque "se puede ganar en otra fase del juego por las características del oponente", conociendo "las zonas del campo en las que ocupan más gente".
El preparador blanquiverde aseguró, por ello, que afrontan el partido "con optimismo" porque, ante "situaciones complicadas", tienen la obligación de "encontrarles solución y continuidad".
"Habíamos encontrado ciertos caminos que antes no se tenían, pero la falta de continuidad en los resultados es lo que hace que no se agarren a cosas que se hicieron, pero me gusta copiar lo bueno", subrayó Romero.
Sobre el proceso de venta en el que sigue inmerso el club, apuntó que "no es algo nuevo, sino que ya es casi natural", y añadió que es un asunto que está "aparcado" en el vestuario, aunque "se escucha el ruido".
El técnico esgrimió que lo que quieren es que "lo que pase sea lo mejor para el club, para que esta situación de revuelo y preguntas pase un poco", y recalcó que en el vestuario intentan "estar centrados en el partido para que (esa cuestión) pase de largo".