El jugador del Manchester United Marcos Rojo pasó las Navidades en su casa de Inglaterra en la que al lado, curiosamente, vive Alex Ferguson. El argentino celebró junto a su familia las fiestas navideñas por todo lo alto, con fuegos artificiales pasada la madrugada, una tradición argentina.
El propio Marcos Rojo quiso contar la historia en primera persona: "En Navidad vino toda mi familia a pasar las fiestas. Aquí no es costumbre tirar fuegos artificiales, se acuestan todos temprano, pero yo quise comprar para mi familia y los tiré después de las doce de la madrugada".
Eso sí, el momento clave de la historia llegó cuando Rojo se encontró con Ferguson a la mañana siguiente: "Jugábamos al día siguiente y Ferguson siempre viene a vernos cuando jugamos en Old Trafford. 'Estuvo bien el show de luces que hiciste anoche', me dijo cuando lo crucé en un pasillo".
"Me quería morir, ahora me van a echar del club, pensé. Pero, por suerte, se lo tomó bien", sentenció aliviado y entre risas el mismo Marcos Rojo que ahora es uno de los jugadores más valorados en el United.