Hasta el momento, competición en la que debutaba Marco Asensio, competición en la que marcaba. Marcus Rashford ha hecho algo parecido.
Todo comenzó cuando Louis Van Gaal, en febrero de 2016, se lo sacó de la manga para que le solucionase los problemas que el Midtjylland le estaba ocasionando en dieciseisavos de la Europa League.
Y Marcus lo hizo. Fue su irrupción estelar, a la que siguió su debut en la Premier League, también con gol. Fue su año, aunque no hizo el pleno. Debutó en al FA Cup en marzo, pero no marcó. Lo hizo en el segundo partido de la competición que jugó, algo es algo.
Terminó la temporada y su valedor pasó a la historia. Llegó José Mourinho, y bajo la tutela del luso no se apagó su estrella. Debutó en el Community Shield, ante el Leicester, pero no vio puerta en los 20 minutos que jugó.
Debutó en la EFL Cup, y lo hizo marcando. Jugó la Supercopa de Europa y se quedó en blanco tras jugar 45 minutos. Pero volvió a relucir en su debut en Champions.
De nuevo en Old Trafford, pero casi dos años más tarde de aquella noche de invierno. Debutó ante el Basilea y perforó sus redes con un bello golazo.
Para colmo, también marcó cuando debutó con Inglaterra. Marcus y Marco. Vidas paralelas del Siglo XXI.