Muchos dudaban del fichaje de Paulinho en verano, pero su rendimiento ha ido eliminando cada una de las críticas que recibió el brasileño después de que el Barcelona pagara 40 millones de euros por él.
Ante el Levante, estrenó su cuenta goleadora en este 2018 y dejó claro a Dembélé y Coutinho que será muy difícil arrebatarle el premio a fichaje del año en el Barça.
No había aparecido mucho en ataque ante el Levante, pero en la última jugada se incorporó al área y empujó el pase de Messi al fondo de la red. Su olfato sigue intacto tras las navidades.
7 de enero de 2018