Turquía nos está dejando últimamente imágenes muy lamentables relacionadas con el deporte rey. La última nos llega de la segunda división del futbol turco.
En el partido Karabükspor-Elazigspor, hubo una invasión de campo y un espontáneo intentó agredir al colegiado del encuentro arrojándole un palo que llevaba en la mano.
Lo que no se esperaba el hombre es que un jugador visitante defendería al árbitro de manera sorprendente: detuvo al espontáneo con una patada voladora digna del mejor karateka.