Zidane fue más líder que nunca tras el varapalo ante el Villarreal. Una nueva derrota, otra en casa, a la que el francés trató de sacar un lado optimista. Cree Zidane en sus hombres, no se cansa de decirlo, y no quiere que la plantilla se vea influenciada por los comentarios externos.
"No hagáis caso a lo que digan, nos vamos a levantar", fue el mensaje de Zidane a un vestuario tocado, que se marchó a casa a 16 puntos (más tarde fueron 19) del eterno rival. Queda temporada para solucionar el entuerto y Zidane, optimista por naturaleza, no deja de creer.
Tanto él como la mayoría de jugadores no encontraron explicación a la última derrota. Asenjo fue un héroe inesperado, pero esta vez el gol en el tramo final llegó del otro lado. Fornals plantó su bandera en el Bernabéu y cosechó una victoria histórica.
El vestuario, según 'Marca', confía plenamente en su entrenador y en las posibilidades del grupo. Saben que los errores de cara a puerta pasarán a ser goles más pronto que tarde, y ahí el Madrid puede volver a ser un equipo que asuste.
En el horizonte queda la eliminatoria contra el PSG, en Champions, que dará inicio en el día de los enamorados. Una buena fecha para reencontrarse con la felicidad, los goles y los triunfos. El Bernabéu así lo espera.