Cuando Ruth Acedo visitó por primera vez las oficinas de BeSoccer, la joven jugadora malaguista ya dejó muestras de su descaro y desparpajo también fuera de los terrenos de juego.
17 años de pura ilusión que combinan a la perfección con una madurez y seguridad admirable, haciendo de Ruth un 'cóctel molotov' imprescindible en este Málaga Femenino (casi) de Primera División.
Pero Ruth decidió repetir y concedernos una entrevista en exclusiva, en la que se mostró cercana y directa, como ella es en el campo. La primera pregunta obligada que se dejó escuchar en las oficinas de BeSoccer no podía ser otra que la gran temporada que está realizando un Málaga ya histórico, un Málaga que acaricia poco a poco el sueño del ascenso a la categoría de oro femenina.
"Es un año muy bonito, ya que Antonio Contreras a las jugadoras jóvenes nos ha dado la oportunidad de vivir. Nosotras estamos viendo el cambio tan grande a lo largo de la temporada, todo el trabajo del día a día. Desde el 2 de agosto, cuando empezamos, hemos mejorado muchísimo y hemos crecido como futbolistas y como equipo, y se ve todo el trabajo que llevamos desde el principio", comentó Ruth.
La misma Ruth que sueña y lo hace en grande, viéndose cara a cara contra equipos de primer nivel como es el Barcelona: "Aunque el principal objetivo es subir, sí que me imagino jugando contra equipos como el Barça. Es un sueño que espero poder conseguir con mi equipo y, en estos momentos, es lo que más me gustaría".
Pese a que todavía no ha cumplido la mayoría de edad, Ruth puede presumir de llevar ya casi un tercio de su vida, once años, dedicándose plenamente a lo que más le gusta: el fútbol.
"Empecé con seis años y lo hice en un equipo con niños. Siempre he jugado en equipos mixtos, junto a mi compañera María Farfán. Jugábamos en Ligas de niños hasta los 14 años, cuando ya pasamos al Malaga", explicó la central.
Y añadió: "Pero siempre hemos jugado en Ligas de niños, hasta que se notó el cambio de diferencia física. Estábamos las dos solas en un equipo formado de niños y competíamos contra otros equipos totalmente masculinos. Hasta que no se desarrollan ellos, no se ve el cambio. Pero, una vez que se desarrollan, es imposible".
Un camino nada fácil para una niña en un terreno prácticamente masculino, aunque poco a poco la igualdad en el fútbol vaya tiendo su papel protagonista: "Nunca tuve inconvenientes por el hecho de ser niña, pero sí conozco casos en los que ha costado mucho más trabajo".
"Los propios padres de los jugadores son los peores a la hora de la igualdad en el campo. Porque para ellos no es lo mismo que te regatee una chica a que lo haga un chico, se lo toman muy mal, hay mucho machismo en el fútbol. Sobre todo cuando juegas en equipos de niños, los padres para mí son los peores", comentó una Ruth que en este punto de la entrevista sí se mostró algo más seria.
Por suerte, sus comienzos en el fútbol sólo guardan un dulce recuerdo: "He tenido la suerte de que siempre me han tratado con igualdad, pero supongo que anteriormente, como a mi compañera Adriana, les costaría mucho más".
¿Y cuál es la clave del éxito para llevar estudios, entrenamientos y los compromisos deportivos adelante? Ruth nos lo explica encantada: "Hay que organizarse muy bien, estudiar mucho y aprovechar mucho el tiempo, y, sobre todo, descansar mucho y alimentarse bien para tener fuerzas y energías".
Ruth sueña con alcanzar el ascenso, con pelear con su Málaga contra rivales como el Barcelona, con vestir los colores de la Selección Española Femenina, y su dedicación y sacrificio la están acercando cada día más a sus sueños: "Ir a la Selección Española es uno de mis sueños que espero poder cumplir algún día, ojalá suceda".
Es curioso que, pese a que la mayoría de los niños sueñan con ser delanteros y poder meter goles en cada partido, Ruth siempre tuvo claro que su sitio estaba en la zaga: "Yo jugaba de lateral o de extremo, pero, por mis características futbolísticas, soy más defensa que delantera. Siempre supe que iba a ser defensa cien por cien. En un campeonato decidieron ponerme de central y ya de ahí no me sacó nadie".
"Los ejemplos a seguir en el día a día son Sergio Ramos y Puyol, sobre todo. Puyol me encantaba cuando lo veía jugar, era mi ídolo. Me encanta su forma de jugar y, sobre todo, su forma de ser y cómo vivía él el fútbol", añadió.
Sus propias compañeras bromean con la intensidad, que no agresividad, que Ruth derrocha en el campo, pero ella tiene claras cuáles son las cualidades que la hacen especial: "Yo siempre al balón, yo voy siempre al balón. Voy a la verdad y sin pensármelo, no me asusto de nada".
Pero, como desgraciadamente del fútbol una mujer todavía no puede vivir, miles de jugadoras profesionales tienen que compaginar diariamente su pasión con su obligación: el trabajo.
Ruth es consciente de ello y ya tiene claro a qué se quiere dedicar entre partido y partido: "Me gustaría estudiar algo relacionado con el deporte, por ejemplo, INEF (Ciencias de la Actividad Física y del Deporte). Me gustaría estudiar esa carrera porque pienso que lo compaginaría bien, ya que me gusta mucho el deporte y quiero estudiar y vivir de ello".