Y eso que, hasta el inicio del nuevo año, el ex del Getafe únicamente había anotado dos tantos bajo las órdenes de Eduardo Berizzo. El argentino le utilizaba menos y más retrasado, mientras que con el actual técnico huele más el área rival.
El italiano encontró su equipo de cabecera en el Wanda Metropolitano. Desde aquel día, Sarabia se hizo dueño y señor de la banda derecha, puesto que ha defendido a capa y... goles.
Y es que, desde la ida de Copa ante el Atlético, el jugador logró marcarle al Espanyol sólo tres días después, para repetir en la vuelta copera y ver puerta en el Pizjuán. Dos partidos más tarde, el gol volvió a regalarle su presencia frente al Eibar antes de que, ante el Girona en el último choque, un gol suyo le diese la victoria al Sevilla.