Leo Messi apareció una vez más ante uno de sus rivales favoritos para decidir el 'Clásico' y aumentar el suspense de una Liga que será peleada hasta el final.
El argentino fue decisivo ante las lagunas defensivas de su equipo, un Barcelona tan incisivo en ataque como decepcionante en defensa. Él y Ter Stegen fueron los artífices del triunfo azulgrana menos esperado en un choque que recordó mucho al 3-4 de 2014.
Precisamente desde entonces no veía puerta Messi ante el eterno rival. Y volvió a hacerlo por partida doble, quedándose a un tanto de aquel 'hat trick' glorioso que acabó no valiéndole para mucho a los 'culés', pues aquella Liga se la llevó el Atlético.
El choque comenzó como se esperaba, con un Madrid que trataba de plasmar en el terreno de juego su teórica superioridad moral y de juego. Los madridistas encontraban en el fútbol directo su gran aliado, mientras el Barcelona buscaba recobrar su versión de más toque ante un rival al que siempre martirizó con esa estrategia.
Mientras, el colegiado del choque, Hernández Hernández, comenzaba a hacer ver que el choque le venía demasiado grande. Al árbitro se le escapó un penalti de Umtiti sobre Cristiano en la primera acción del partido y también un codazo merecedor de roja de Marcelo, que dejó 'k.o.' a Messi durante más de un cuarto de hora. También le perdonó la segunda amarilla de manera sistemática a un Casemiro que tuvo que acabar sustituido tras la reanudación para evitar males mayores.
La cruz del balón parado.
Las acciones a balón parado volvieron a ser decisivas, sobre todo para un Madrid que aprovechó el primer córner que tuvo. Ramos no pudo martirizar de nuevo al eterno rival, pero sí que lo hizo el propio Casemiro, que la empujó a la red tras el remate al palo del de Camas.
El partido -y la Liga- se le ponían de cara al Madrid. El Barcelona necesitaba dos goles y un verdadero milagro para reengancharse al campeonato. Pero todo milagro es pequeño cuando cuentas con 'Dios' en tu equipo. De la nada, Leo Messi se inventó un eslalon espectacular y, en tres toques, empató el partido.
Las sensaciones de la primera mitad se intensificaron tras el descanso. El Madrid dominó más que nunca, sabedor de que un tanto podía desequilibrar por completo al Barcelona. Fueron los momentos en los que Ter Stegen salvó a los suyos. Hasta tres paradas de mérito realizó el alemán tras el descanso, fundamentalmente una a bocajarro tras un remate de cabeza picado de Benzema.
Al Barça ya no le valía la posesión. Los azulgranas eran un manojo de nervios y perdían balón tras balón en la construcción. Pero tenían a Messi. Bastó con que el argentino se volviera a enchufar para que el equipo azulgrana reaccionara. Por suerte para el Madrid también lo hizo Keylor Navas, que salvó hasta en tres ocasiones a los suyos, primero ante Alcácer, luego ante Piqué y, por último, ante Luis Suárez.
Final de infarto.
Para entonces, el choque ya estaba roto. Y es que a los de Luis Enrique no les valía el empate. Cristiano mandó a las nubes un contragolpe excelso de Asensio y el mallorquín estuvo a punto de convertirse en el héroe con un remate al primer palo espectacularmente atajado por Ter Stegen.
La gloria estaba reservada para un Rakitic al que se le acababa la gasolina, pero que se sacó un zurdazo espectacular ante el que Keylor no pudo hacer nada. El tanto llegó acompañado de la polémica expulsión a Sergio Ramos, por una entrada a destiempo y con los dos pies por delante a Messi en un contragolpe.
El partido se le ponía para un imposible al Real Madrid, pero fue entonces cuando los blancos sacaron fuerzas de flaqueza para igualarlo todo. La defensa del Barcelona era un flan y un centro de Marcelo lo llevó a la red James a 5 minutos del final, con medio Barça preguntándose quién tenía que marcar al colombiano.
No quedaba tiempo para más, pero el equipo blanco quería la victoria y se dejó la vida para ofrecérsela a los suyos, dejando unos huecos imperdonables detrás. Messi, con la estrella encendida en este día grande, ajustició a los 'merengues' sobre la bocina y dejó la Liga más viva que nunca.
La famosa flor del Bernabéu apareció, pero la recolectó Messi para el Barcelona.