Su tanto en la ida de cuartos de final de la Copa del Rey no tuvo continuidad en la vuelta, pero sí en la familia de Javier Salat y Noelia Manzano. Ambos, con su hija Jana, se presentaron en la ciudad deportiva de Sant Adrià para conocerle. Y, aunque en un principio se llevaron el chasco del entrenamiento a puerta cerrada, todo acabó saliendo bien.
Al término del entrenamiento, Melendo, un tanto sorprendido, se hizo fotos con la familia y departió con ellos para conocer su historia, que comenzó la noche del 17 de enero. "Había que celebrar que llevábamos nueve años sin ganar al Barcelona", comentaba entre risas Javier Salat.
Para el último trimestre se espera un 'perico' más en el mundo. Aún no tiene nombre, aunque parece descartado que se llame Óscar, en horno al goleador que motivará su llegada al mundo.
Está por ver si habrá o no 'baby boom' espanyolista, aunque aquella noche quedó grabada en la memoria de los seguidores del Espanyol.