Helado se quedó la parroquia andaluza cuando Kike García sacó a relucir las miseras defensivas de su equipo, aprovechando la laxitud de la zaga para fusilar a un Sergio Rico que no disipó las dudas que ha generado en las últimas fechas.
Apostó fuerte Montella sacando de inicio a los tres refuerzos invernales ante un Eibar tremendamente competitivo, bajo unas condiciones meterológicas muy complicadas para los hispalenses.
Sin embargo, la superioridad 'armera' fue más mérito local que demérito del visitante, logrando la iniciativa en base al ímpetu de los de Mendilibar durante los 90 minutos.
Apenas había transcurrido el primer cuarto de hora, cuando Orellana asestaba el segundo golpe al Sevilla, el primero en su cuenta personal, poniendo tierra de por medio en el marcador.
El Eibar volvió a castigar la fragilidad defensiva andaluza. Charles, un jugador de no gran envergadura, bajó un balón con suma facilidad, propiciando el contragolpe que continuó Inui, para que José Ángel centrara al chileno con el exterior.
Aún así, los visitantes se encontraron con un penalti de Dani García. Sandro recibió dentro del área y trató de recortar a su marcador, pero el balón dio en la mano y el colegiado sancionó la pena máxima.
Del gol de Sarabia al paradón de Sergio Rico, esta vez sí, salvador del Sevilla. Kike García se echó las manos a la cabeza, ante semejante intervención del guardameta hispalense.
No bajó los brazos el Eibar, que continuó buscando a su rival hasta que lo encontró. Ramis aprovechó la pasividad defensiva del Sevilla en un saque de esquina, anticipándose a Lenglet para rematar a la red.
Sin reacción del Sevilla tras el descanso
Aunque intentó llevar la iniciativa, la superioridad física del Eibar en cada cruce dificultaba la creación de juego de los visitantes, impotentes sobre el césped de Ipurua, sobrepasados línea por línea.
Trató de arreglar el entuerto Montella sacando a Banega por un Roque Mesa que no recordará su debut con orgullo, pero la intensidad de los locales era indomable por la medular que confeccionó el italiano.
A la hora de partido, Lenglet volvió a ser protagonista para el Eibar. Un error infantil del central, que intentó conectar con Pareja sin mirar, fue aprovechado por Orellana para firmar su doblete.
El cuarto del chileno sentenció el encuentro, ante un Sevilla sin ánimo ni argumentos futbolísticos para darle la vuelta a un resultado que no hizo sino espolear al Eibar ante su gente.
Al carrusel de cambios le sucedió la puntilla de Arbilla, que, con un magistral lanzamiento de falta, superó la barrera y batió a un Sergio Rico cuya estirada sólo le permitió acariciar el balón que redondeó la goleada.