Muchos le habrán olvidado, pero en Cruzeiro juega uno de los centrocampistas que estaban destinados a liderar el centro del campo del Real Madrid durante unos cuantos años.
Llegó al Bernabéu con 22 añitos tras romperla con Cruzeiro. Lucas Silva llegó a la capital española con la timidez de un chaval de su edad, pero con la experiencia de haber liderado a uno de los grandes de Brasil.
La aventura no cuajó. Era un Madrid en transición y apenas gozó de nueve partidos. Ni 500 minutos... Tocó buscar sitio fuera y el Marsella de Míchel le abrió las puertas. Su rutilante comienzo se fue diluyendo, pese a disputar 33 encuentros.
Después, unos problemas de corazón le dieron un vuelco casi definitivo a su carrera. Bordeó la retirada, pero consiguió regresar. En el Madrid no tenía hueco, ni en el club había paciencia para esperarle. Cruzeiro le abrió las puertas con una cesión de año y medio.
Aún tiene contrato hasta verano, pero tras otro comienzo prometedor, el brasileño ha vuelto a perder protagonismo. Incluso, se plantea cambiar de destino en enero, buscando otro reto en Europa que le acerque al Real Madrid.
El mediocentro del que todo el mundo hablaba en 2013 y por el que creyeron adelantarse todos en Madrid, es hoy suplente en Cruzeiro. La montaña rusa del fútbol golpeó la ilusionante trayectoria de un Lucas Silva que a sus 24 años busca una tercera oportunidad.