La Champions vuelve a cruzar en el camino a Chelsea y Barcelona. Dos equipos con tantas cuentas pendientes como ansia de victoria, y que han dejado varias imágenes que ya son historia de la competición. Una de ellas, la de un imberbe Messi mostrándose al mundo con sólo 18 añitos, el día de la última victoria azulgrana en Stamford Bridge.
Desde entonces, el estadio londinense ha sido una montaña rusa para el Barça. Se recuerda, por encima de todo, el 'Iniestazo'. Uno de los días más importantes del pasado reciente barcelonista y sin el que, posiblemente, no se entendería el carrusel de éxitos de aquella fantástica nómina de jugadores encabezada por Pep Guardiola.
Antes de eso, Drogba silenció al Barça en la 2006-07, justo una temporada después del recital de Messi. El Chelsea llegó con el rabo entre las piernas y, aunque sólo era la fase de grupos, impregnó al encuentro una intensidad que no supo contrarrestar el Barcelona.
Eso es justo lo que necesita este martes la tropa de Valverde, entre otros factores. Los de Conte buscarán cerrar las fugas y salir como balas de cañón a la contra. Ahí, los 'blues' tienen dinamita de sobra. De Willian a Pedro, pasando por Morata y un superlativo Hazard, sin duda el clavo al que el Chelsea se agarra. Enfrente, una colosal pareja de centrales formada por Umtiti y Piqué.
Una última derrota, una revancha actual
La 2011-12 fue la última vez que Chelsea y Barcelona se vieron las caras. Una eliminatoria que cambió el destino de los londinenses, que entrenados por Di Matteo consiguieron el impensable sueño de la Champions. Tras muchos años de intentos, el Chelsea venció en la ida de semifinales por la mínima, nuevamente con un gol de Drogba.
Después, la vuelta le cedió a Messi la opción de ser héroe, pero la historia estaba ya escrita. Y es en los libros donde el equipo de Valverde quiere dejar su impronta, en un territorio de luces y sombras como Stamford Bridge. En Londres no se ganará la Champions, pero sí que se puede poner la primera gran piedra en una temporada, de momento, casi sin queja.