La primera razón está clara: el dinero. Y es que el técnico chileno tendría que pagar una importante cantidad, algo más de 7 millones de dólares, para terminar su relación con el Hebei Fortune de la Superliga china. Tiene contrato hasta diciembre de 2018.
Además, según dicho medio, el técnico chileno no quiere echar abajo el prestigio que se ha ganado en el extranjero para asumir las riendas de un equipo que atraviesa su peor momento.
Por último, mantiene una relación muy cercana con el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) y no quiere que eso se convierta en una traba a medio plazo si las cosas no van bien.
Por tanto, la 'Roja' tendrá que tirar de agenda para contratar a un técnico de prestigio que devuelva el brillo a la campeona de América.