El pasado verano fue de lo más convulso en Barcelona y Liverpool. El club azulgrana hizo lo posible para llegar a un acuerdo con Coutinho, aunque la primera presión la aguantaron con maestría los 'reds', y no ha sido hasta meses después cuando la operación ha llegado a su fin. El brasileño llega al club 'culé' por 120 millones de euros más 40 en variables. El más caro de la historia del Barça.
En los despachos del Camp Nou ya se están haciendo cuentas para dibujar el panorama ecónomico en el que está sumergido el Barça tras un amplio desembolso que ya puede salir rentable. La inflación del mercado ha jugado un papel protagonista y la entidad azulgrana ha gastado un total de 312 millones de euros en darle una plantilla de garantía de títulos a Valverde.
Desde un principio, según 'Marca', el presupuesto que tenía el Barça para realizar refuerzos era de 286 'kilos', cuya número salía del sumatorio entre el fichaje de Neymar por el PSG a cambio de 222 millones, los 4 de Tello y los 60 que ya tenía reservados el club.
Así pues, las cuentas no salen en Barcelona porque la diferencia entre lo que había disponible y lo que finalmente se ha gastado es de 86 millones de euros, cantidad que podría ascender si se pagan los 12 'kilos' por Yerry Mina, la cual sería la última gran incorporación al equipo de Valverde.
En este contexto, el Barcelona ya se quiebra la cabeza para encontrar patrocinadores que decidan invertir en el club porque los ingresos por taquilla por visitas al estadio han descendido considerablemente. Entonces, la deuda tendrá que reducirse hasta llegar a los 200 millones porque, de superar los 300, el nuevo estadio tendrá que esperar.