"Soy un tipo que no puede tomar una o dos copas. Tengo que beber hasta caerme", afirma Cicinho, que actualmente juega en el Sivasspor turco. Tiene 36 años.
Señala el jugador que ha vivido experiencias religiosas a causa el abuso del alcohol. "Tuve un encuentro con Jesús tras tomar 18 'caipirinhas' y 14 'long necks", cuenta.
En la misma entrevista, admite Cicinho que cuanto más bebía, peor iba su carrera, y que ya contó sus problemas a los médicos del Sao Paulo en 2010: "Me decían: 'si sigues por esa vida, vas a morir".
Sobre la Selección Brasileña, Cicinho se despacha a gusto. "¡Hoy en día sólo preocupan los 'selfies', maldita sea! Como el pelo y todas esas cosas", denuncia.
"Es estilo, está bien, pero la Selección Brasileña necesita más actitud. Hoy en día veo jugadores que piden no jugar una Copa América, ¡eso no puede ser!", añade.