Acabó señalado como el gran culpable. Es más, a poco para el descanso, ya con el vergonzante 0-3 en el marcador, incluso se gritaron cánticos de aficionados sevillistas pidiendo a su adiós. No tuvo su mejor noche ante el peor rival posible.
Intentó que su equipo fuera valiente y lo que propició fue un escenario pintiparado para que los azulgrana encontraran huecos e hicieran añicos a su equipo. Banega, su metrónomo, no la olía; sus chicos eran incapaces de pisar el campo adversario.
Las facilidades quedaron patentes bien pronto, cuando bastó un pase en largo de Cillessen para romper la línea de medios y defensiva. Mercado no estuvo atento, Soria no salió... y Suárez empujó el 0-1.
De mal en peor
La mínima ventaja acentuó la superioridad del Barça. Más allá de que los de Valverde tuvieron su día y mostraron una gran voracidad, Iniesta y Coutinho encontraron muchas facilidades para combinar entre líneas. Montella se preocupó tanto de frenar a Messi que olvidó que los azulgrana son mucho más.
El Sevilla quedó sonrojado, apisonado, humillado, en menos de la primera mitad. La Copa se le fue de las manos en media hora. A partir de ahí, Montella se quedó sin margen de maniobra y hasta fue censurado por sus cambios, por más que intentara reaccionar al descanso dando entrada a Sandro.
Pura ironía, pues él mismo le había sacado los colores al Barça en el reciente precedente liguero, en el que el Sevilla llegó a pasar por encima de los catalanes pero vieron cómo en un minuto los de Valverde igualaban un 2-0.
¿Sentenciado?
El italiano había caído con mal pie en Nervión tras la humillante derrota en el derbi contra el Betis. Desde entonces, más allá de meterse en la final de Copa y hacer la gesta de eliminar al United en la Champions, sus decisiones siempre han estado cuestionadas.
La goleada del Wanda es otra que sumar a esa del Betis o la reciente contra el Celta. El sueño copero fue tapando otra realidad muy patente: que existe serio riesgo de que el Sevilla se quede fuera hasta de la Europa League.
Paralelamente, los vecinos verdiblancos han ido creciendo. Hasta el punto de estar por encima de ellos. El derbi del Villamarín en unas semanas será el último juicio para un Montella que, no obstante, parece que recibió la extremaunción con el 0-5.