La polémica se llevó hasta el extremo en el Tenerife-Huesca. Los locales estaban muy molestos con el arbitraje que estaba realizando Díaz de Mera y el ambiente se desmadró en los minutos finales. El cuadro visitante vencía 2-4 cuando el partido tuvo que ser detenido tras impactar un objeto lanzado desde la grada en una de los asistentes, Porras Ayuso.
La jueza de línea abandonó el terreno de juego dolorida y el partido quedó detenido durante algunos minutos. Pese a las dudas, los jugadores se quedaron en el terreno de juego a la espera de una posible reanudación de encuentro que finalmente se pudo concluir con cierta normalidad.
Tras esta acción, el Heliodoro Rodríguez López corre peligro de ser cerrado para próximos encuentros en función de la sanción que acometa el comité pertinente de la Federación.