El Borussia de Dortmund empezó la temporada jugando la Champions y peleando por la Bundesliga. Cortocircuitó en otoño y no parece haberse repuesto, pese al cese de Bosz.
Sólo así se puede entender que a estas alturas de la temporada los de Dortmund sean terceros de la Bundesliga, a 21 puntos del Bayern, y hayan sido eliminados de la Europa League, a la que accedieron casi de milagro como terceros de grupo en la Champions, a manos del campeón de Austria, que no llegó al 'play off' de acceso a la fase de grupos.
El Borussia llegó a los octavos tras pasar de milagro en dieciseisavos ante el Atalanta. Fue una señal de lo que se viviría en esta ronda. Pero el partidazo de Bérgamo no se reprodujo en Salzburgo.
El conjunto entrenado ahora por Stöger fue incapaz de hincarle el diente a un Salzburgo muy bien plantado sobre el terreno de juego. Lo intentó durante los 90 minutos de que dispuso, pero nada.
Stöger sentó al descanso a Götze y Reus, y dio minutos a los jóvenes Philipp e Isak, y el Borussia, aunque algo mejoró, no fue suficiente para imponerse al hermano pequeño, en lo deportivo, de los hermanos apadrinados por el toro rojo.
Sigue adelante, por tanto, el Salzburgo, y se enfrenta a la posibilidad de afrontar un duelo fratricida contra el Leipzig en cuartos de final. Unos cuartos que, como dijo Batshuayi a los hinchas del Atalanta después de que le insultaran, le tocará ver al Borussia por la televisión.