La Comisión Estatal contra la Violencia ha decidido proponer una multa de 123.000 euros a la Federación Española de Fútbol (RFEF) como organizadora de la final de la Copa del Rey por los pitidos al himno español, y asimismo, multas de 66.000 euros al FC Barcelona, de 15.000 al Athletic, de 100.000 a Catalunya Acció como instigadora de la pitada, y de 70.000 al resto de organizaciones que la convocaron.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern de la Generalitat, la vicepresidenta Neus Munté manifestó su repulsa ante la sanción. "Es absolutamente incomprensible e inadmisible una sanción de estas características porque las personas se pueden expresar libremente en ejercicio de su libertad de expresión, ya sea silbando o cantando, y todo estado democrático tiene que garantizar este derecho".
"No entiendo qué tipo de estado democrático es este", sentenció.
De la misma forma, el Govern ha afirmado que estará al lado de las entidades deportivas que estén afectadas por las sanciones, en los recursos y alegaciones que puedan presentar.