El 4 de Junio de 1980, se vivió en el Santiago Bernabéu, una inédita final para la conquista del campeonato del 'k.o.' español. El Real Madrid se enfrentó a su propio filial, el Castilla, en una fiesta histórica para la familia blanca.
Al término de los 90 minutos, el marcador lucía un apabullante 6-1 a favor del primer equipo. Pero la sensación dentro del terreno de juego era bien distinta, ya que parecía que ningún equipo había caído derrotado aquella noche. Tal es así, que al concluir el encuentro los dos equipos posaron juntos para la prensa, llenando de orgullo al coliseo blanco en su totalidad.
Aquella final, le sirvió al Castilla para disputar la Recopa de Europa en la siguiente temporada (1980-81), en la que caería en primera ronda frente al West Ham inglés. Era la primera y última vez que un filial disputara una competición europea, ya que al siguiente año, la Federación prohibió a los filiales jugar la Copa del Rey.
El camino de aquel filial blanco hasta la final no fue nada fácil, eliminó a equipos de la talla del Athletic Club de Bilbao, Sporting de Gijón y Real Sociedad, dejando claro que el futuro en la entidad blanca estaba garantizando, protagonizando la única final de la historia entre equipos del mismo club.
Alineaciones de aquella final de 1980:
Real Madrid: García Remón; Sabido, Pirri, Benito Camacho; Ángel, Del Bosque, Stielike (García Hernández, min. 63); Juanito, Santillana y Cunningham (Roberto Martínez, min. 82).
Castilla: Agustín; Juanito, Herrero, Castañeda, Casimiro; Álvarez, Gallego, Bernal; Pineda, Paco (Sánchez Lorenzo, min. 46) y Cidón (Balín, min. 73).