En China está prohibido fichar porteros que no sean chinos de nacimientos. Esto es, nada de grandes porteros extranjeros, ni siquiera nacionalizados.
Pero eso provoca que, de largo, el eslabón más débil en casi todos los equipos esté bajo palos. Wu Yake ha tenido un desafortunado partido, pero, por fortuna para él, el Changchun venció a un irreconocible Shanghai.
Los dos goles del conjunto rival llegaron de fallos suyos. El primero es, quizá, el único que se le podría perdonar.
Salió a despejar un centro pasado al segundo palo y el balón lo mandó a un rival y éste, al fondo de las redes. El Shanghai, que estaba sufriendo un durísimo castigo (iba 3-0), se metió en el partido.
Ha marcado el 3-1 Shanghai SIPG de la única manera que puede marcar jugando así. pic.twitter.com/jgg8Sjtjt3
— Asia es Fútbol (@asiaesfutbol) 9 de julio de 2017
Le salvó que Odion Ighalo necesitó sólo 4 minutos para poner orden y marcar el cuarto para el Changchun Yatai y sentenciar el partido, pero el espectáculo de Wu Yake aún no había terminado.
Menos de 10 minutos más tarde, un nuevo error, éste imperdonable. Por tirarse a cubrir un balón que pensaba que se iba fuera, Wu se la dejo en bandeja a Li Shenglong para que el Shanghai volviese a recortar distancias.
Goal Li Shenglong (4-2) Changchun Yatai vs Shanghai SIPG από @meteoalex - https://t.co/Kq9gMGZlH1 via @Dailymotion_gr
— Asterios Asteriadis (@aasterios8) 9 de julio de 2017
Ya puede ponerse China las pilas con los porteros, porque cada jornada es un espectáculo.