Pasado el susto del feudo blanco, el jugador del Real Madrid apareció en Valdebebas este lunes con el ojo completamente morado, fruto del golpe que recibió frente al conjunto gallego.
Aunque el jugador se ha ejercitado con normalidad, la preocuación en torno a la brecha del futbolista es tan grande como el corte que recibió.
Más allá de la sangre que manchaba su rostro mientras se dirigía al vestuario, en el Real Madrid saltaron las alarmas al comprobar lo poco que faltó para que le alcanzara el ojo.
El delantero portugués no dudó en meter la cabeza para el 6-1 blanco, a pesar de poner en juego su ojo izquierdo.
Por fortuna, Cristiano Ronaldo está en las mejores manos y sólo el tiempo determinará el periodo de cicatrización.