Allá por 2013, un jovencísimo Borussia Dortmund daba la sorpresa en las semifinales de la Champions tras eliminar a todo un Real Madrid con un recital de fútbol ofensivo y pegada en la ida. El equipo de Klopp supo sufrir en la vuelta y alcanzó una nueva final de Champions casi dos décadas después.
Aquel equipo que había construido el técnico alemán durante varios años empezaba a discutirle el reinado en Alemania al Bayern de Múnich. Le ganó Bundesligas y le amargó alguna Copa. En la final de la Champions, también ante los bávaros, pesó la experiencia de estos últimos.
De aquel Borussia, destacaba sobre todo su tridente ofensivo. Lewandowski, Reus y Götze habían logrado una química y una pegada espectacular. Marcaron una época durante el tiempo que estuvieron juntos, hasta que el Bayern movió ficha para disolverlo. Ante el expolio sufrido, Klopp terminó por ponerle un punto y final a su ciclo en busca de nuevos retos. Y los encontró en Liverpool.
Con media temporada de transición, ha tardado otros dos años en conformar otro tridente impresionante. Salah, Mané y Firmino la están reventando en una temporada histórica, donde sólo la imperiosa Premier del City le ha impedido luchar por el título. Aun así, en Champions han conseguido retornar a unas semifinales y tienen la final a dos partidos ante la Roma.
Sólo en Premier han conseguido marcar 55 goles entre los tres, unas cifras que pueden pelear las de tridentes de PSG, Barcelona, Bayern o Real Madrid, todos con estrellas mucho más consagradas en sus plantillas. Klopp lo ha vuelto a hacer, aunque ahora tendrá que intentar mantener el tridente para poder conquistar cosas importantes con un Liverpool que no sabe aún lo que es ganar una Premier League.