Año nuevo, misma vida para los 'reds'. El conjunto inglés entrenado por Klopp ganó su primer partido del año, con cierto suspense final.
El Burnley fue un equipo correoso que puso contra las cuerdas al Liverpool, que tuvieron que emplearse a fondo para sacar la victoria.
Desde el inicio, los 'reds', con las bajas de Coutinho y Salah, no tuvieron ninguna presión y fueron a por el gol, pero el mismo no llegó hasta la segunda parte.
Mané, muy activo durante todo el encuentro, cazó un balón y decidió hacer un movimiento que acabó con el esférico dentro de la portería del Burnley. Los 'clarets' intentaron reaccionar y lo hicieron en el 88'.
Gudmundson se aprovechó de un desconcierto de la defensa del Liverpool e hizo el momentáneo 1-1. Todo estaba destinado al empate, pero Klavan apareció.
Lovren saltó más que nadie en una falta y el balón fue directo aportería. En el segundo palo, el estonio Klavan metió la cabeza y firmó el 1-2. Locura final para que el Liverpool se lleve otra victoria.