Se encuentra en el equipo con menos puntos de las grandes ligas, al que llegó en enero procedente del Osmanlispor mediante una cesión de media temporada. Diabaté llegó como un refuerzo con el que soñar con la permanencia y, aunque él lo está dando todo, el equipo no le acompaña.
Ha disputado cinco partidos desde que llegó a Italia y ha anotado siete goles, pero su aportación ofensiva se centra en las últimas tres jornadas, en las que ha firmado seis goles.
Se estrenó ante el Crotone en su debut, siendo decisivo en la victoria por 3-2. Luego, ante Inter y Fiore, se quedó a cero. Tras dos partidos sin jugar, volvió al once ante el Hellas Verona, anotando un doblete. También fueron dos goles los que marcó tres días después ante la Juventus.
Este fin de semana, frente al Sassuolo, anotó los dos únicos goles de su equipo, sirviendo para arañar un punto (2-2) que no le sirve a su equipo casi para nada (se encuentra a 14 puntos de la salvación y sólo quedan 18 en juego). Igual si hubiera llegado en agosto en vez de enero, el Benevento sería otra cosa a estas alturas.