Joaquín ve el fútbol y la vida con otros ojos. Nadie se acuerda de qué juventud está viviendo en este momento el verdiblanco, pero él sigue dando alegrías con sus goles y pases a su hinchada.
Su pasado blanquiazul no se olvida en los aficionados del Málaga y sobre todo en uno de ellos como es Carlos Fernández. A pesar de cantar el gol de En-Nesyri, tuvo que ver cómo acabó celebrándose la fiesta de los de Setién tras cerrar su pase a Europa. Sin embargo, él acudió a tierras hispalenses con otro objetivo.
Tras la retirada de todos los jugadores del verde del Villamarín, Carlos esperó en los pasillos la salida del gaditano, que no dudó en detenerse junto a él para contentar su día con fotos, abrazos y su camiseta.
La sonrisa del costasoleño se instaló en su rostró y no se borró durante minutos. Disfrutar en primera persona de la presencia del '17' le marcó por vida y provocó, al menos durante unos segundos, olvidarse del infierno de la Segunda División.