Mucho se esperaba del partido entre los de Ancelotti y los de Arsène Wenger, pero el choque decepcionó.
En los primeros minutos del encuentro se pudo ver a un Bayern bastante dominante, y tras algunas ocasiones de la mano de Ribéry, el mejor de los alemanes, llegaría el gol.
El árbitro señaló la pena máxima en el minuto 8 en una falta cometida a Bernat dentro del área. Robert Lewandowski se encargó de lanzarlo y de anotarlo y así llegó el primer tanto del partido.
James, que volvió a salir titular en las filas del Bayern, tuvo varias ocasiones, pero no consiguió estrenarse como goleador y eso que Ribéry se encargó de ponerle varios centros peligrosos.
El jugador galo fue el mejor de los de Ancelotti, que aunque lo intentaron varias veces, se encontraron delante con un gran Peter Cech. Sin duda alguna, el guardameta fue el mejor de los suyos.
Tras el descanso y con el 1-0 en el marcador, el Arsenal pareció despertar algo, presionó al Bayern, pero su insistencia no vio sus frutos de cara a puerta.
Al segunda parte discurrió sin nada de juego y con muchos movimientos en los banquillos. Los dos entrenadores aprovecharon para hacer pruebas e ir dando entrada a varios jugadores.
Cuando ya parecía que el choque acabaría con una victoria por la mínima del Bayern, Ramsey firmó una gran jugada por la banda izquierda y puso un buen balón a Iwobi que remató de cabeza al fondo de la red.
El partido se decidiría desde los once metros. Alaba fallaba el primer lanzamiento, mientras que Ramsey no dudó y metió. Las tornas se giraron y ahora era Elneny el que fallaría y Hummels el que conseguiría el tanto. Con el 1-1, Coman y Monreal también anotaron, mientras que Renato fallaba e Iwobi anotaba. Bernat falló y el partido cayó del lado 'gunner'.
El que se antojaba como un partidazo solo tuvo emoción al final con el empate de Iwobi y la tanda de penaltis. El choque terminó con la victoria de los de Wenger y eso que estuvieron casi los 90 minutos por debajo del marcador.