El resto del mundo vio el sorteo en directo. Irán no. La emisión que llegaba a los televisores de los iraníes tenía 30 segundos de retardo, tiempo necesario para que los censores del régimen islámico decidiera si lo que se emitía debía o no llegar a la población.
En los días previos al sorteo ya se advirtió que podrían censurarse partes, tras hacerse público que la presentación de la gala correría a cargo de Maria Komandnaya, una reportera deportiva rusa, entre otros.
Básicamente, todo dependía de cómo vistiera la señorita Komandnaya. De si su indumentaria cumplía con las rígidas exigencias del gobierno iraní o si no lo hacía, en cuyo caso los censores morales del régimen cortarían la emisión cuando fuera necesario.
Y el vestido no pasó el examen. Maria Komandnaya vestía un vestido negro, sin mangas pero con pantalones, y con un discreto escote. Insuficiente para Irán. Quizá por los hombros, quizá por los tobillos. Quién sabe.
El caso es que los iraníes se perdieron el dúo dinámico que la popular periodista rusa formó con Gary Lineker al comienzo de la gala del sorteo. En su lugar, la IRIB, la televisión del régimen, invitó al ex futbolista Luis Figo para rellenar con una entrevista suya los huecos dejados por la ausencia de Maria Komandnaya.