No ha sido un partido bonito de ver. Ha carecido de ocasiones manifiestas de gol y ha tenido una hora completamente prescindible. Pero el fútbol también tiene estas cosas.
Apenas ocurrió nada durante el primer tiempo. El Málaga parecía algo más entonado, pero no era capaz de inquietar al Celta. Dispuso de varios saques de esquina, pero no generó peligro con ellos.
El Celta apenas propuso nada, más allá de alguna acción aislada de Pione Sisto, de largo el más activo del ataque celeste y el único que parecía proponer algo.
Conforme avanzaban los minutos, el público de Balaídos empezaba a impacientarse con los suyos. No comprendían como era posible no estar ganando al colista de Primera.
Y lo cierto es que el Málaga hizo un partido muy serio, mereciendo el gol en más de una ocasión. El Celta también tuvo sus opciones, pero hoy no era el día de los delanteros.
La segunda parte continuó el guión de la primera, con un Málaga más incisivo, pero al que se le apagaban las luces al pisar el área rival.
Llegada la hora de partido se le empezó a acabar la gasolina al conjunto visitante. Tras sesenta minutos de elevada presión, a los jugadores del Málaga les empezaba a costar replegarse tras pérdida, y el Celta dispuso de sus mejores ocasiones del partido.
Roberto salvó en dos ocasiones casi consecutivas al Málaga, y los cambios comenzaron. José González metió piernas frescas, y Unzué, por alguna razón, sentó a Pione Sisto.
En el 71' la madera salvó al conjunto costasoleño, pues el poste repelió un disparo de Sergi Gómez, pero en el añadido lo mismo ocurrió en el área contraria. Lestienne remató un pase atrás de Koke, pero lo cruzó demasiado y lo estrelló contra la cepa del poste derecho de Sergio Álvarez, hoy titular por la lesión en el calentamiento de Rubén Blanco.
Entre ambos tiros a la madera, una clarísima ocasión de Iago Aspas que inexplicablemente el de Moaña falló estando a un metro de la línea de gol.
Poco más hubo en Balaídos. Al final, un empate que deja insatisfechos a todos y al público congregado en el estadio del Celta muy defraudado por la actuación de los suyos.