No todos los días tiene uno el lujo de superar a Zlatan Ibrahimovic. El uruguayo Edinson Cavani logró su gol 157 con el PSG y se convirtió en leyenda viva de los parisinos, celebrándolo por todo lo alto con la grada y recibiendo una felicitación de lo más curiosa.
El atacante 'charrúa' lanzó su camiseta a la grada en la celebración y tuvo que recibir una del banquillo para poder seguir jugando. Claro, la acción le costó una amonestación de parte de Frank Schneider, pero el colegiado dejó la imagen del partido al darle la mano a Cavani por su hito.
El árbitro olvidó que estaba en mitad del partido y, para desconcierto del Montpellier, mostró complicidad con Cavani por su récord goleador. El del PSG, por su parte, aceptó la amonestación sin rechistar.
El delantero, que pudo anotar algún tanto más si hubiera estado más acertado y si Neymar le hubiera dejado tirar el penalti, fue homenajeado por su equipo a la conclusión del partido. Además, para enterrar el hacha de guerra, el propio Neymar le felicitó por su hazaña tras el choque.