La situación fue un poco dantesca. Porque la roja que vio el futbolista peruano no admitió ninguna duda. De hecho, agarró del brazo al colegiado insistentemente pasado el primer cuarto de hora pese a tratarse de un encuentro sin nada en juego. Entonces, Guede se dirigió al banquillo rival para asombro de su colega.
Aun así, Bengoechea, entrenador del cuadro limense, llegó a poner un hombre a calentar en caso de que hubiera podido darse la circunstancia.
¿Y qué quería Pablo Guede? Que hiciera la sustitución del jugador ya expulsado. Una cosa es que se trate de un amistoso y otra que se puedan cambiar las normas. Y el colegiado a punto estuvo de permitirlo. Pero, obviamente, no ocurrió.
¿Y cómo justificó esa acción el técnico de Colo Colo? Con una idea lógica desde un planteamiento imposible: "Teníamos pensado hacer una presión constante durante el primer tiempo y contra diez no era lo mismo. Tratamos de que no sucediera la expulsión, pero no se pudo”, arguyó con naturalidad.