El gol de Douglas Costa, anotado mediada la primera parte, fue un augurio de lo que iba a suceder en este partido. El protagonista iba a ser el VAR, y no el fútbol.
Porque ese primer gol ya fue polémico 'per se'. Douglas Costa recibió el balón de rebote, y ni las diferentes repeticiones dejan claro si estaba o no en fuera de juego.
La Lazio se fue al descanso por detrás en el marcador y con una amarga sensación. A la vuelta de los vestuarios todo cambió. Immobile recortó distancias a los dos minutos del segundo tiempo, y el propio Ciro sería protagonista en la jugada del segundo gol 'biancoceleste'.
Immobile encaró a Buffon y, ante la salida del veterano arquero, se dejó caer. El colegiado pitó la pena máxima, ante la incredulidad de los jugadores de la Juve. El 'piscinazo' había sido clarísimo, pero en esta ocasión no se recurrió al vídeo.
El propio Immobile se encargó de convertirlo, haciendo subir el segundo de la Lazio al marcador del Juventus Stadium. Un marcador que no se movería hasta el final, y no por falta de oportunidades.
La más clara, un penalti en el descuento del descuento. Paulo Dybala asumió la responsabilidad, pero Strakosha estuvo más acertado que él, y se lo detuvo. Final dramático para un esperpéntico partido del que el fútbol debe sacar una lección: el VAR está muy verde aún.