Se preveía fácil. Ante un rival asequible de la parte media baja de la tabla y en el calor del hogar. Pero nada es sencillo cuando la mente está en otro lugar, cuando la batalla que estás librando no es en la que más ansías ganar.
Los depredadores que se quedaron sin cazar en Concha Espina ya afilan sus dientes. Cavani, Neymar, Di María y Draxler se desquitaron de lo sucedido en Madrid, pero el partido no fue balsámico, simplemente fue un entrenamiento, una preparación antes de la verdadera cita.
Todo fue más complicado de lo que se esperaba. El ambiente no ayudaba en París. Con Emery cuestionado y el equipo cabizbajo, el Estrasburgo golpeó primero con un tanto de Aholou en el minuto 6', justo cuando la grada empezó a dedicarle pitos al entrenador español, criticado por su planteamiento en la capital española.
Papeleta salvada
Pueden jugar bien, regular, mal o fatal, pero si de algo puede presumir este PSG es de lo que tiene arriba. Draxler, Neymar y Di María dejaron casi sentenciado el partido en algo más de diez minutos.
Primero fue el alemán, que puso el 1-1 cinco minutos después de comenzar a estar por debajo del marcador. Luego, el brasileño y el argentino le dieron oxígeno a Unai con dos goles en un minuto. Del 0-1 al 3-1 en un abrir y cerrar de ojos.
Empujón 'charrúa'
Con los tres puntos casi asegurados, tras la vuelta de vestuarios el PSG se relajó y lo pagó caro. Bahoken le puso el miedo en el cuerpo a la escuadra parisina en el 67'. A sólo un gol del empate, en la grada sonaban los mismos murmullos que al inicio del choque.
Pero con el resto de sus compañeros atascados, la presión desapareció por medio de Cavani. Dos goles del uruguayo en seis minutos pusieron el definitivo 5-2 en el luminoso. Primera de las cuatro pruebas a las que se someterá el PSG antes del 'Día D', superada.