Vaya zapatazo de Kurzawa. No lo vieron espectadores y no lo vio Lopes, portero del Olympique de Lyon, al que sólo le dio tiempo a hacer la estatua y sentir el movimiento de las redes detrás suya.
Dani Alves se adentró por la derecha y pisó línea de fondo para poner un centro atrás que esperó el lateral francés. Colocó el cuerpo y voleó con el alma. Golazo que empató el encuentro antes del descanso.
La cámara lenta en la repetición del gol casi tampoco deja ver el balón que salió como un cohete de la bota izquierda del futbolista francés.
21 de enero de 2018