El petardazo copero ante el Leganés exigía un cambio en Mestalla. Tardó en llegar, pero el fútbol del Real Madrid recuperó la memoria en unos minutos finales soberbios. El guión era el de los últimos meses. El equipo de Zidane se había caído físicamente en la segunda parte, no lograba retener el balón y aguantaba gracias a Keylor los arreones de un rival que empujaba de lo lindo. En esas, se le encendió una chispa a Marcelo, que conectó con Asensio y se inventó el 1-3 para reanimar a los suyos.
Hasta entonces, Cristiano había aprovechado los dos errores de Montoya en su área. Dos penaltis sin mucha discusión, primero ante el portugués y luego ante Benzema, que también estuvo en la jugada del primero. El luso facturó desde los once metros cada vez a un lado. Imposibles para Neto, que le había sacado una buena mano a Bale en los primeros minutos.
El regreso de la 'bbc' cambió al Madrid impulsivo de los últimos meses por el reservón y contragolpista de siempre. Cuando corre, este equipo era imparable. Quedó claro en la primera parte con el 0-1. Córner a favor del Valencia, cabalgada de Cristiano, penalti y gol. Los de Zidane estaban cómodos a la contra, pero tampoco andan sobrados de seguridad defensiva. Ahí también ayudó la imprecisión de un Valencia que dispuso de ocasiones para hacer más daño del que hizo.
Con 0-2 al descanso, el Madrid aparentaba volver a ser el martillo pilón que nunca necesita jugar bien para ganar. Recuperada la pólvora, faltaba el reto de la regularidad. En ese aún hay trabajo por delante. Apretó el Valencia, que encontró en Soler el estilete perfecto para suplir a Guedes, cambiado por molestias pensando ya en la Copa. Hizo daño el internacional Sub 21 español, que permitió crecer al Valencia hasta encontrar el 1-2 por medio de Santi Mina en un despiste defensivo de Nacho a la salida de un córner.
Le faltó pegada al Valencia
Se temió lo peor el Madrid, al que sus propios demonios merodearon hasta el 1-3 de Marcelo. La película de estos meses se repetía ante un equipo al que no le sobra la confianza. Tocó remar, defender (interesantes ayudas de Cristiano y Benzema ante el asedio valencianista) y aferrarse a un milagroso pie de Keylor que evitó que Parejo empatara el encuentro.
Frenó el Valencia para coger aire. Había entrado Zaza y se venía un arreón final con balones al area de Keylor. Lo agradeció el conjunto blanco, hoy de azul en Mestalla. Tanto, que Marcelo se inventó una jugada memorable con Asensio para colar el balón por el único espacio que tenía, entre las piernas de Neto. El gol tumbó al Valencia y reactivó a un Madrid que se inyectó una dósis de confianza que no notaba en el cuerpo desde agosto. Así propició la jugada del 1-4. Inició Marcelo, pared de Kroos con taconazo de Kovacic incluido y pase a la red marca de la casa del alemán para sentenciar el encuentro.
El Valencia había sacado la bandera blanca tras el 1-3, pero este Madrid necesitaba esos minutos finales como el comer. Sobrevivió a un buen Valencia, al que le faltó hoy el 'punch' de las primeras jornadas para rematar a un equipo al que tuvo temblando durante 20 minutos, pero que sigue dando señales de vida. Llueve menos en el Bernabéu... y se asientan los brotes verdes por Mestalla.