Lo curioso de este encuentro se vivió justo antes de disputarse, cuando el conjunto visitante presentó en la convocatoria un nuevo fichaje, la guardameta Jessica Höglander, que había fichado ¡solamente para ese partido!
Los dirigentes del Rosengård se vieron en la obligación de fichar a la arquera tras la lesión de Erin McLeod y la permanente baja de Zecira Musovic, tercera portera del conjunto, durante el partido de ida de la eliminatoria.
El cuerpo técnico fichó de urgencia a una portera que pudiera completar la convocatoria, en caso de ser necesaria otra nueva meta para el partido de cuartos.
Al final, el encuentro se resolvió con la victoria a favor del Frankfurt y Höglander se despidió del que fue su equipo sólo por un día.