El reglamento permite a los equipos fichar con el mercado de invierno cerrado, pero sólo en caso de que un jugador haya abonado su cláusula de rescisión o se haya lesionado de gravedad y deba estar varios meses sin jugar.
Como es lógico, la legislación no habla sobre lo que pasaría en caso de que un jugador acabara entrando en prisión, ya que el caso de Semedo no es para nada común. El reglamento no dice nada sobre situaciones así, por lo que se prevé que el Villarreal no pueda fichar a un jugador para sustituirle.
Eso sí, el equipo castellonense ya se encuentra realizando papeleos para despedir de manera procedente, al jugador del Villarreal. En caso de despido improcedente, el club debería abonarle cinco millones al jugador, pero el club tiene un motivo de peso para argumentar que el cese está justificado.
Concretamente, el equipo amarillo se basará en que Semedo no podrá acudir diariamente a la ciudad deportiva del equipo a realizar su trabajo (entrenamientos diarios) y tampoco podrá personarse en los estadios para jugar. Un motivo que parece suficiente para que el Villarreal se pueda ahorrar esos cinco millones de euros.