Douglas no es el primer fichaje extraño del Barcelona en su historia reciente. De hecho, el personaje que nos ocupa, Henrique, vivió una situación similar en el cuadro catalán.
Llegó en 2008 rodeado de bastante polémica. El equipo venía de no ganar nada, Guardiola llegaba al primer equipo y nadie entendía el fichaje de un brasileño que, si bien era prometedor, era un auténtico desconocido en el fútbol europeo.
Henrique se fue cedido directamente al Bayer Leverkusen, donde actuó a buen nivel. Tanto, que Guardiola le dio una oportunidad en la pretemporada de la 2009-10. No la pasó y acabó cedido dos temporadas en el Racing de Santander, donde tampoco lo hizo mal, pero nunca actuó a 'nivel Barça'.
Su siguiente cesión llegó al Palmeiras, que terminó por quedárselo en propiedad. Posteriormente actuó en el Nápoles, donde fue un habitual de Benítez en el lateral derecho.
Sin oportunidades con Sarri, pone rumbo al Fluminense, donde ha sido recibido como toda una estrella. Otros equipos, como el Flamengo o el Gremio le pretendían.
Nunca llegó a cumplir su sueño de debutar en el Barcelona, pero a sus 29 años se puede decir que se ha labrado una carrera más que aceptable. En el 'Flu' será indiscutible.