Minuto seis del Western Sydney Wanderes-Newcastle Jets de la Primera División Australiana. Marcelo Carrusca se interna en el área y trata de taponar el despeje del central de los Jets Nikolai Topor-Stanley.
Éste patea el balón, el esférico pega en la pierna del centrocampista argentino y rebota hacia la mano del central, y de nuevo en la mano del atacante. Una absurda carambola en la que todos pidieron mano.
El colegiado recurrió al VAR, y tras analizar la jugada, señaló la pena máxima, para incredulidad de los hinchas del Newcastle Jets. Para colmo, Topor-Stanley vio la tarjeta amarilla.
Oriol Riera asumió la responsabilidad, pateó el penalti y convirtió la pena máxima, para poner por delante a los Wanderers. Y toda Australia, y parte de Planeta Fútbol con ella, preguntándose entonces para qué vale el VAR...
16 de febrero de 2018