La oferta del Nagoya Grampus parece haber convencido al Levante y a Langerak, que desea dejar el Ciutat de València. Ambas entidades habrían acordado su traspaso por 1,5 millones, el doble de lo que pagó en su momento el cuadro granota por su fichaje el pasado verano.
Langerak entró en el Levante por 600.000 euros tras su estancia en el Stuttgart, pero pasó sin pena ni gloria por el cuadro valenciano. En estos meses, el meta tan solo jugó un partido de Copa ante el Girona. Un balance pobre para un jugador que desea ganarse un billete para el próximo Mundial de Rusia.
Si el portero de Emerald quiere entrar en la convocatoria con su selección necesita tener minutos. Por ello, está decidido a romper su relación con el club valenciano y hacer un viaje de miles de kilómetros. Las negociaciones, de momento, van por buen camino y su marcha parece ser inminente, o al menos así lo afirma el citado medio.
Eso sí, de hacerse efectiva su salida, el Levante tendrá que decidir si continuar con dos porteros -Raúl Fernández y Oier- o cubrirse las espaldas incorporando a un tercero.