Vivir o morir en un partido clave para seguir peleando por la salvación. El Deportivo recibía al Levante en Riazor con la intención de conseguir tres puntos que le dieran oxígeno al equipo de Parralo... y lo consiguió hasta que llegó el minuto 80 de partido. En diez minutos, el Levante levantó un 2-0 en contra para rescatar un punto de oro lejos de casa.
La primera parte tuvo de todo, e incluso llegó a ser surrealista. El Deportivo se adelantó a los 19 minutos cuando ya merodeaba constantemente el área del Levante. El premio llegó con un buen centro de Lucas Pérez que fue a la cabeza de Adrián. El delantero prolongó su estado goleador con un gran remate de cabeza.
Pero la alegría se apagó con la lesión de Sidnei, que tuvo abandonar cabizbajo el terreno de juego para dejar paso al debut de Eneko Bóveda. Poco tiempo pasó cuando el Deportivo sufrió otro palo. Borges fue expulsado por sacar el codo a pasear y vio la segunda tarjeta amarilla, pero con diez también se puede ganar.. o eso pensaba el Dépor.
Carles Gil se sacó de la chistera un pase magistral para Andone, cuyo desmarque fue medio gol. Disparo raso por el hueco más difícil y 2-0 al descanso. Una bombona de oxígeno para el equipo de Parralo.
Diez últimos minutos de locura
El Deportivo buscaba cerrar el partido con un tercer gol que no llegó y, al final, terminó pagando la expulsión de la primera mitad. El Levante fue arrinconando al conjunto gallego y la entrada de Bardhi, Doukouré y Boateng fueron un factor clave.
Fue el propio Bardhi el que asistó a Ivi para hacer el primero del Levante, aunque con suerte. Schar escondió los brazos, pero el balón golpeó en su cabeza y salió desviado hacia la portería. La tensión se instaló en Riazor.
Ivi tenía el cañón echando humo y la oportunidad le llegó a sus pies. El balón cayó en el borde del área, apuntó y engatilló. Golazo que dio paso a la locura en el banquillo. El Dépor sigue en puestos de descenso y el Levante evitó una resurrección.