No hubo gol a última hora que lo hubiera cambiado todo. Ni la historia pudo salvar esta vez a un Real Madrid que culminó ante el Leganés uno de los peores partidos de la temporada. Nunca antes los blancos habían quedado eliminados en el torneo copero tras ganar fuera de casa el partido de ida, pero los de Zidane se están empeñando en actualizar todos los récords negativos sólo unos meses después de haber destrozado los positivos con su segunda Champions consecutiva.
Como empeñado en quitar la razón a sus críticos, el técnico francés apostó una vez más por el 'equipo B'. No sirvieron los avisos de Fuenlabrada y Numancia y ni Bale ni Cristiano se asomaron por el banquillo en una de las dos competiciones en las que los blancos aún seguían vivos. Y los recambios volvieron a no dar la talla ante un equipo que lo bordó en el plano ofensivo y se defendió con agallas para colarse por primera vez en unas semifinales de Copa.
Más allá del fracaso blanco, la eliminatoria premió el gran trabajo de Asier Garitano en un Leganés que creyó siempre en sus posibilidades. Disfrazado de Alcorcón o Real Unión, el equipo 'pepinero' siempre tuvo claro cómo afrontar la vuelta de la eliminatoria tras el 0-1 de la ida. Enfrente, un Real Madrid al que esta vez la improvisación y su mayor calidad no le sirvió de nada.
Mandan Amrabat y Eraso.
El Leganés oteó el terreno y se empeñó en mandar de salida. No era el Madrid voraz del pasado año... ni el de apenas hace cuatro días ante el Deportivo. Así que los 'pepineros' salieron de la cueva y martirizaron al Madrid por la banda de Achraf. Tal vez porque Amrabat sabía que su joven compatriota no está todavía para estas empresas. Achraf sufrió, Amrabat avisó y Eraso mató.
El histórico jugador del Leganés, que con el gol consiguió haber visto puerta con los 'pepineros' en Segunda B, Segunda, Primera y Copa, aprovechó el enésimo fallo del canterano y el único lunar de Nacho en todo el partido para dibujar el gol que lo cambió todo. Eraso recuperó y, sin acercarse, mandó un 'pepinazo' a la escuadra de Casilla, que no pudo hacer nada para evitar el 0-1.
El partido no cambió un ápice con el tanto. Y es que el Madrid no tenía argumentos en ataque. Isco no cuajó su mejor partido y Asensio estuvo una vez más desaparecido. Ante tal falta de argumentos, el Leganés aguantó bien la primera mitad y parecía estar más cerca de la clasificación de lo que dictaba el marcador, pues en esos momentos Madrid y Leganés se iban a la prórroga y los blancos, pese a no haber creado peligro, seguían pareciendo favoritos.
Gabriel es el héroe.
Otra cosa fue la segunda parte. Los blancos, más por obligación que por buen juego, encerraron a un Leganés que acusó el cansancio de su inmaculada primera mitad. A las primeras de cambio, Benzema hizo el 1-1 en su mejor acción del choque. El francés recibió de Lucas y picó por encima de un Champagne que aún no había recibido ni un tiro a portería, pero que acabaría siendo protagonista al final.
Cualquiera se hubiera rendido con el 1-1. Gol psicológico, anotado nada más llegar del descanso, y ante un equipo cansado. Todo invitaba al optimismo para los locales, pero el Leganés está hecho de otra pasta. En un saque de esquina, Gabriel Pires dejó en evidencia a Theo y remachó de cabeza a la red. 1-2 y ahora sí que la pelota estaba en el tejado del Real Madrid, que tenía que marcar como fuera para evitar otra eliminación histórica.
A Zidane le entraron las prisas y Carvajal y Modric entraron de manera atropellada para arreglarlo todo con la enésima remontada blanca como objetivo. Para entonces, el Madrid no tenía juego y se limitaba a colgar balones al área sin demasiado éxito ante un equipo 'pepinero' ya enfocado únicamente a defender y con un Beauvue que mantenía a los suyos con un trabajo impecable en ataque.
Los blancos aún tendrían un par de ocasiones claras para haber cambiado el signo de la eliminatoria, pero, cuando peor lo estaba pasando el Leganés, apareció Champagne en plan salvador para negar la igualada al Real Madrid en sendos remates de Benzema y Sergio Ramos.
El Leganés aguantó heroicamente y se coló por sorpresa en unas semifinales de Copa en las que ya están Sevilla y Valencia. Los tres que más lo creyeron en los cuartos de final más igualados de los últimos años.