Fuertes vientos soplan en los Países Bajos, al menos en lo referente al balompié. La decadencia es más que evidente y la cantera no da el paso adelante que tanto desean los holandeses. La Eredivisie tampoco está para tirar cohetes, tras caer al puesto 12 del ranking de la UEFA de ligas europeas.
El porqué no está muy rebuscado. El lustro magnífico de la 'naranja mecánica' se ha acabado, de eso no cabe duda. La generación que alcanzó el subcampeonato en Sudáfrica a los mandos de Bert van Marwijk y el tercer puesto en Brasil con Louis van Gaal al frente no logró billete para la Eurocopa de Francia.
La 'oranje' pasó por manos de tres entrenadores reputados como son Guus Hiddink, Danny Blind y Dick Advocaat, pero no le valió para llegar a la cita europea de 2016 ni a la Copa del Mundo del próximo año en Rusia. Tras la eliminación en la ronda clasificatoria de esta última, Robben anunció su despedida de la selección.
Un equipo muy completo y repartido en el campo. Portería de lujo con Cillessen, Stekelenburg y Zoet, defensa no excesivamente luminosa con Blind, Rekik, Hoedt o Van Dijk, centro del campo importante con Klaassen, Wijnaldum o Strootman y un ataque muy afilado con Robben, Depay, Dost o Locadia.
Pero la juventud y la experiencia no terminan de casar. Prueba de ello son los resultados que los 'tulipanes' han obtenido en los últimos dos años. La época dorada que la Holanda de Robben, Kuyt, Van Persie, Van Bommel, De Jong, Sneijder o Van Brockhorst vivió, ha quedado para el recuerdo, y no para justificar estas sonadas ausencias.
La Holanda que fue una referencia mundial ante la Holanda que está en camino. Podrán decirse muchas cosas de la ‘naranja mecánica’, pero una de ellas no será que la cantera peque de mediocridad. Si todo ocurre como se espera, la selección neerlandesa volverá a ser temida como lo fue en su lustro dorado.
Dolberg, Depay, Berghuis, De Ligt, Bazoer, Karsdorp, Kluivert, Fosu-Mensah, Aké, Bergwijn, Riedewald y un larguísimo etcétera que da mucho caché a la cantera holandesa, continuo exportador de talento a los grandes europeos por excelencia.
Tampoco sale ilesa la Eredivisie, que comenzó hace unos años un declive que aún le persigue. El último mazazo llegó con la publicación del ranking de la UEFA, que le dejaba en una posición en la que su campeón no podía acceder directamente a la fase de grupos de la Champions.
En esta edición se esperaba más del Feyenoord, vigente campeón holandés. El grupo ya era complicado, con Manchester City, Nápoles y Shakhtar, pero los de Van Brockhorst decepcionaron. Sólo puntuaron en un partido, de forma estéril además, ya que ese era el último partido.
Los otros dos grandes del país, Ajax y PSV, ni siquiera jugaron competición europea. El Ajax cayó a la ronda de Europa League tras ser superado por el Niza, y el Rosenborg le sacó los colores a un paso de la fase de grupos. El PSV arrancó en la tercera fase de la Europa League, pero fue incapaz de marcar al modesto Osijek croata en 180 minutos, y fue apeado de la competición europea.
El único representante de la Eredivisie en la Europa League fue el Vitesse, y tampoco dejó en muy buen lugar a Holanda. Quedó colista de su grupo con una victoria y dos empates, por detrás de Lazio, Niza y Zulte Waregem. Vidas paralelas entre Feyenoord y Vitesse: con la clasificación muy difícil, no pudieron cosquillear el tercer puesto.
Y tampoco es que la Eredivisie vaya sobrada en cuanto a estrellas. Nos podemos encontrar a cracks en ciernes como Dolberg, Hirving Lozano, Odegaard, Onana, Justin Kluivert o Pereiro, jugadores con sello de la liga holandesa como Schöne, Van Ginkel, Younes o Zoet, y viejas glorias como Huntelaar. Pero poco más. Los nombres no son cosa de la Eredivisie.
Le falta recorrido al fútbol holandés para llegar a lo que un día fue. El fútbol total de Cruyff, Van Basten, Gullit, Rijkaard, Davids o Bergkamp aspira a ser sucedido por la generación de Dolberg y compañía, pero aún los jóvenes neerlandeses tendrán trabajo hasta llegar arriba.