El Salah que ahora conocemos sólo era un futbolista prometedor cuando, entre enero de 2014 y el mismo mes de 2015, Mourinho lo tuvo en el Chelsea. No fueron meses afortunados para el egipcio, que perdió el poco peso que llegó a tener en el equipo y tuvo que salir cedido a la Fiorentina.
Son 24 los goles que suma este año Salah en 28 partidos, cifras escandalosas que le permiten estar peleando por la 'Bota de Oro'. Así llega a Old Trafford, esperanzado en seguir engrosando sus estadísticas y con la intención de demostrarle a Mourinho que se equivocó con él.
A pesar de que el portugués contó con él al principio, la apertura de la nueva temporada ofreció una realidad muy distinta a Salah. Sin apenas minutos, la Fiore llamó a su puerta y el zurdo puso rumbo a Italia. Al final de esa campaña, el Chelsea levantó el título de Premier.
Ahí Mourinho sacó su lado más detallista, acordándose de los jugadores que la entidad 'blue' tenía cedidos. El técnico luso pidió que todos ellos tuvieran su medalla de campeón de la Premier, aunque él tuviera que pagarlas y a pesar de que cumplieran el segundo tramo del curso en otros equipos.
"Schurrle, Salah, Schwarzer, Lewis Baker y todos los que comenzaron con nosotros han sido invitados al último partido. Ellos son parte de todo esto", dijo Mou en su día, que tuvo un bonito gesto que Salah no olvida: "Hablamos cuando regresé de la cesión. No hablamos mucho desde entonces, pero todo está bien. La relación es buena".