El fútbol tiene por bendita costumbre escribir historias inesperadas. El Burnley, uno de los equipos más humildes de la Premier, está labrando esta temporada una de ellas.
El empate ante el City constató que la grandeza del Burnley no está reñida con su presupuesto. Sin grandes nombres, pero con un entrenador que es el emblema de todo. Sin fichajes multimillonarios, pero con la tenacidad de un grupo que trabaja al unísono.
Por estas y otras razones, el Burnley es séptimo en la clasificación. Se encuentra a dos posiciones de Europa y 11 por delante del descenso, el territorio a evitar a principio de curso.
Por el camino, los hombres de Sean Dyche han ganado en Stamford Bridge y han puntuado en Wembley, Anfield y Old Trafford; además del mencionado empate ante el City. De los grandes, sólo el Arsenal se escapa.
"Quiero jugar un fútbol eficaz, clave para ganar. Si podemos vencer de forma atractiva, lo haremos", decía Dyche en una entrevista para 'Marca'. Sus ideas son claras, también el fútbol de su equipo, que sigue sumando letras doradas a su historia.