El humilde equipo de Huddersfield, que comenzó la temporada dejando sobre el césped un nivel que nadie se esperaba de él, tan sólo había sumado tres puntos de los últimos 27 posibles, pero este domingo volvió a sonreír.
Le visitaba el Bournemouth, un club de media tabla que no quiere terminar coqueteando con el descenso este año. Buscaban unos tres puntos que les dieran la tranquilidad de seguir sumando y alejándose cada vez más del descenso, pero no los encontraron.
De hecho, los tuvieron lejos durante los 90 minutos. Empezaron golpeando los locales con un gol de Pritchard en el minuto 7. Poco después, Stanislas igualó la contienda, pero el partido tenía el destino sellado.
El cuadro local no dio ni una opción y poco a poco se fue adueñando del partido. Mounie firmó un doblete y Van la Parra sentenció con el 4-1 en el último minuto, dándole unos tres puntos al Huddersfield de oro que le sirven para abandonar la zona de descenso.