Los casi 30.000 espectadores congregados en el Millerntor-Stadion de Hamburgo cumplieron con la petición de su club, ir vestidos de negro. La razón era obvia.
El 27 de enero fue el Día Internacional de la Memoria del Holocausto. Aquel día, pero de 1945, el Ejército Rojo liberaba Auschwitz, el más infame de los campos de exterminio del III Reich.
El sábado los aficionados del St. Pauli, club famoso por su declarada filosofía antifascista, depositaros coronas de flores en memoria de las víctimas del Holocausto en su estadio, en especial en recuerdo de aquellos socios y simpatizantes del club perseguidos y asesinados por los nazis por su condición racial, ideológica o de orientación sexual, pero el gran homenaje llegaría el domingo.
27 de enero de 2018
Visitaba el Millerntor-Stadion el Darmstadt, y fue recibido por casi 30.000 espectadores vestidos de negro, y con las gradas pobladas de pancartas.
En algunas se leían los nombres de algunas del más del millón de víctimas que perecieron sólo en el macrocomplejo de la muerte de Auschwitz.
En otra, la más grande, se leía un contundente lema: 'Ni olvido, ni perdón' ("Kein vergeben, kein vergessen", literalmente 'sin perdón, sin olvidar').
28 de enero de 2018
Por las pantallas del estadio se emitió un vídeo. En él se veía a una anciana, Esther Bejarano, una de los supervivientes del Holocausto, explicar las razones por las que es importante que el recuerdo del episodio más negro de la historia de la Humanidad debe seguir vivo: para que nunca vuelva a suceder.
28 de enero de 2018
El St. Pauli cayó derrotado por un tempranero gol de Jones, a los siete minutos de partido, pero el resultado fue lo de menos. Una vez más, este peculiar, modesto y ejemplar club volvió a demostrar que los valores están por encima de la rivalidad deportiva.